Pocas películas han generado tantas expectativas en este 2025 como Frankenstein, la nueva producción de Guillermo del Toro para Netflix. El director mexicano, conocido por su mirada poética y sombría hacia lo monstruoso, lleva años soñando con reinterpretar la obra de Mary Shelley. Su versión, ambientada en la Europa del siglo XIX, explora las heridas emocionales que unen y separan al creador y a su criatura, trasladando el foco hacia los vínculos de paternidad, la obsesión científica y el abandono.
La figura del padre de Victor Frankenstein en la nueva película de Guillermo del Toro
En esta reinvención, Charles Dance interpreta a Leopold Frankenstein, un médico y anatomista cuya rígida formación y frialdad emocional marcan el destino de su hijo Victor. El personaje, construido con la precisión y elegancia habituales en el actor británico, se convierte en la raíz del tormento de un joven que busca, a través de la ciencia, luchar contra la muerte. Su relación con Victor (interpretado de adulto por Oscar Isaac) encarna la tensión entre la razón y la emoción, la enseñanza y el castigo, la creación y la destrucción.
Netflix
No es la primera vez que Dance encarna al patriarca de los Frankenstein. Una década atrás, en Victor Frankenstein, dirigida por Paul McGuigan, interpretó al barón Frankenstein, otro padre autoritario que empuja a su hijo hacia una espiral de ambición y desdicha. Aquella versión, protagonizada por James McAvoy como Victor y Daniel Radcliffe como Igor, narraba la historia desde la perspectiva del asistente, centrando su relato en la amistad entre ambos hombres y en los límites de la ciencia.
Netflix
Charles Dance por partida doble en los filmes de 2015 y 2025
En ambas películas, el personaje de Dance se erige como un símbolo de la figura paterna opresiva: un hombre cuyo deseo de control y perfección termina sembrando la semilla de la tragedia. Ya sea bajo el nombre de Barón o Leopold, su interpretación comparte un mismo núcleo emocional: la incapacidad de amar genuinamente a su hijo, transformando la educación en una herida que nunca cicatriza.
TSG Entertainment
Más allá de sus incursiones en el universo de Frankenstein, Charles Dance ha construido una carrera impecable marcada por personajes autoritarios y sofisticados. Desde el despiadado Tywin Lannister en Game of Thrones hasta el manipulador Lord Mountbatten en The Crown, su presencia impone respeto y su voz, una mezcla de elegancia y amenaza, lo convierte en uno de los intérpretes más reconocibles del cine y la televisión británica.