Cuando pensamos en Matrix, lo primero que nos viene a la mente es ese mítico trío que ya forma parte del ADN del cine moderno: Neo, Morfeo y Trinity. Keanu Reeves con su serenidad mística, Laurence Fishburne con su voz de profeta y Carrie-Anne Moss con esa presencia elegante y letal que hizo historia. Juntos redefinieron el concepto de héroes de ciencia ficción con abrigos largos, lentes oscuros y peleas en cámara lenta.
La trilogía de las hermanas Wachowski no solo innovó en efectos visuales, sino que también creó una estética única, una filosofía fascinante y un grupo de personajes secundarios que, sin el mismo protagonismo, dieron estructura y alma a la historia. Pero lejos de Neo y compañía hay un rostro que fue tan importante para la película como los protagonistas, aunque pocos lo recuerdan.
El hombre detrás de una de las traiciones más icónicas del cine
Entre el caos digital, las máquinas asesinas y los humanos despertando a la verdad, hubo un personaje que se atrevió a cuestionarlo todo, incluso a traicionar al equipo entero. Un personaje que, con una sonrisa sutil y una frase venenosa, nos regaló una de las escenas más recordadas de la saga.
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Hablamos de Cypher, el saboteador que prefiere volver a dormir en la ilusión. Y detrás de ese personaje está un actor que marcó la película más de lo que muchos imaginan: Joe Pantoliano.
Joe Pantoliano, el miembro olvidado
Lo que pocos saben es que Pantoliano, veterano del cine y la televisión, asumió el rodaje de Matrix con un nivel de compromiso extremo. Pero había un detalle, pequeño para algunos y enorme para él que lo tenía completamente frustrado: su apariencia física en pantalla.
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Según él mismo contó, el equipo de vestuario y parte de la producción le sugirió que perdiera peso para verse más estilizado en el traje ajustado que debía llevar como miembro de la tripulación del Nebuchadnezzar. Para ello, le contrataron un entrenador personal que no fue muy amable y le dijo: "¡Puedes hacer tres mil abdominales al día, no cambiará nada!"
La decisión inesperada y un camino más rápido
Frustrado por la presión estética y consciente de que el paso del tiempo no perdona, decidió tomar una solución radical que dejó al equipo de producción más que desconcertado. Pantoliano, en lugar de someterse a dietas estrictas, rutinas extenuantes o meses de ejercicio, optó por algo mucho más drástico y se sometió a una liposucción previa al rodaje.
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Tras ello, envió la factura a Lorenzo di Bonaventura, entonces director de Warner Bros., considerando la liposucción como parte de "investigación y desarrollo" para el papel. Pero el estudio nunca accedió a reembolsarle el dinero. "Me llamó y me dijo: '¿Estás completamente loco o qué? ¡De ninguna manera vamos a pagar esto!'", declaró el actor a The Hollywood Reporter en 2020.
Aun así, Pantoliano defendió su elección con humor y total sinceridad. Para él, lo importante era sentirse cómodo siendo parte de un universo donde todos se veían increíblemente estilizados y letales. Y si Neo podía esquivar balas, pues él podía esquivar las rutinas de ejercicio con un método más quirúrgico.