En el gigantesco universo de Dragon Ball hay personajes que, por más que pase el tiempo, siguen siendo un misterio. Y uno de los más enigmáticos de Akira Toriyama, y al mismo tiempo más querido y polémico, es el Maestro Roshi. A primera vista parece un anciano excéntrico, fanático de la playa y del humor incómodo, pero detrás de esas gafas oscuras se esconde un guerrero legendario que ha conseguido vivir más de 300 años sin perder su esencia ni su poder.
A lo largo del manga y el anime, Roshi ha mencionado tener alrededor de esa edad, una cifra que rompe cualquier lógica incluso dentro de Dragon Ball. Su longevidad es un tema que los fans han debatido por décadas, pero hay algo que no cambia: su cuerpo sigue funcionando, sigue entrenando diariamente y todavía es capaz de desplegar técnicas devastadoras cuando la situación lo exige.
¿Cómo le hace? Su secreto mejor guardado
El anime nunca da una explicación contundente, pero existen pistas dentro del lore expandido de Dragon Ball que apuntan a dos grandes factores detrás de su longevidad casi inmortal. La primera es sobre la misteriosa Hierba del Paraíso. En materiales complementarios se menciona que Roshi habría consumido la famosa planta, un tipo de elemento místico capaz de extender la vida durante siglos. Nada extraño en un mundo donde existen aguas milagrosas, semillas rejuvenecedoras y bebidas sagradas.
Toei Animation
La segunda explicación tiene que ver con que Roshi no ha dejado de entrenar en siglos. Antes de fundar la Escuela Tortuga, fue discípulo del mítico Maestro Mutaito, a quien se le atribuye la creación de técnicas avanzadas y rituales de control espiritual. Esa vida de esfuerzo continuado, sumada a la filosofía de equilibrio físico y mental de la Escuela Tortuga, habría fortalecido su cuerpo y retardado su envejecimiento.
Una tercera teoría apunta a que todo se debe a su dominio extremo del ki. A diferencia de otros personajes que dependen del poder bruto, Roshi es un experto en el manejo de la energía en su forma más eficiente. Su control refinado del ki, siendo capaz de crear el primer Kamehameha, también parece ser un factor clave en el mantenimiento de su vitalidad.
El arma secreta de Roshi: el temible MAFUBA
Entre todas las técnicas que Roshi domina, hay una que sobresale tanto por su poder como por su riesgo: el Mafuba, también llamado la Onda de Contención del Mal. Esta técnica permite encerrar a un enemigo en un objeto sellado, como una vasija o un frasco especial. Fue diseñada para detener seres que ningún guerrero podía derrotar por la fuerza, como Piccolo Daimaō.
El problema es el costo, ya que ejecución requiere un control absoluto del ki y consume casi toda la energía vital del usuario. Sus resultados son casi mortales, incluso si se realiza correctamente. Roshi aprendió esta técnica de Mutaito, quien murió usándola. Aun así, él nunca dudó en recurrir a ella cuando la humanidad lo necesitó.
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Sea como sea, y aunque no se saben todos su secretos, lo cierto es que la figura del Maestro Roshi siempre nos recuerda que en Dragon Ball la fuerza no proviene solo de los músculos o las transformaciones. Más allá de la controversia, Roshi, quien tiene más de 300 años, es un ejemplo de lo que se logra el equilibrio perfecto entre disciplina, sabiduría, poder espiritual y un toque de magia ancestral.
