Por lo general ver clásicos navideños es casi tradición para los amantes de la época que no se pierden títulos como Mi pobre angelito o deciden añadir algo nuevo a su biblioteca con Un robo muy navideño y Una Navidad Extra. Pero si para ti ese aire de comedia romántica o aventura decembrina no termina por convencerte y eres más del estilo thriller anti-navidad también hay una opción.
Estrenada apenas en diciembre de 2023 llegó Dejar el mundo atrás al catálogo de Netflix, una película inesperadamente tensa para una época en la que suelen abundar las historias optimistas donde todo sale bien. En cambio, esta cinta pone al centro un apocalipsis diferente en el que la desconfianza, la polarización de ideas y la dependencia de la tecnología empeora todo.
Un viaje con más tensión que descanso
La película, dirigida por Sam Esmail comienza cuando una pareja conformada por Amanda (Julia Roberts) y Clay (Ethan Hawke), decide pasar unas vacaciones con sus dos hijos adolescentes en una casa de lujo alquilada en Long Island.
En medio de la noche, un apagón generalizado deja fuera de servicio todos los teléfonos, la televisión y el internet: por mencionar algunas tecnologías afectadas. La crisis comienza a ascender.
Netflix
A la puerta de la casa llegan inesperadamente un padre (Mahershala Ali) y su hija (Myha'la Herrold), quienes afirman ser los propietarios del lugar. Piden refugiarse en el hogar después de haber huido del caos que la falla tecnológica generó en la ciudad.
Desde ese momento ambas familias, extrañas entre sí, se ven obligadas a convivir bajo el mismo techo. Mientras todo se desmorona afuera las cosas adentro no son mejores pues los miedos, la desconfianza, los prejuicios y una ansiedad creciente comienzan a predominar en el ambiente.
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La fragilidad de la sociedad moderna
Dejar el mundo atrás definitivamente no es la clásica propuesta navideña que te hará reírte o que evidencia su final feliz desde el inicio, sino que es una reflexión sobre lo frágil que puede llegar a ser la sociedad, la dependencia hacia la tecnología y la polarización de discursos que moldean las pequeñas acciones de cada persona llevándolos a tomar decisiones cuestionables.
Con una mezcla de suspenso, crítica social y amenaza existencial, la cinta se alza entre el catálogo de la N roja como una alternativa muy diferente para celebrar -o tal vez apartarte- después de la cena de Navidad. ¿La verías en esta época?