Cada país tiene sus propias tradiciones navideñas: desde los villancicos y los regalos hasta las películas familiares que vemos una y otra vez durante diciembre. En México solemos recurrir a clásicos como Mi pobre angelito, El Grinch o El Expreso Polar. Sin embargo, existe una película navideña tan insólita y surrealista que, durante años, muchos pensaron que era una especie de pesadilla decembrina.
Se trata de una cinta que se transmitió por televisión durante décadas, traumatizando y fascinando a generaciones enteras de niños mexicanos. Una obra que mezcla Navidad, fantasía, comedia y secuencias que hoy funcionan como auténtico de referente de culto. Es la clase de película que ves una sola vez y no puedes olvidar jamás.
La premisa navideña más surrealista jamás filmada
Estrenada en 1959 y dirigida por René Cardona, Santa Claus propone una historia navideña como ninguna otra. En vísperas de Navidad, vemos a Papá Noel viviendo no en el Polo Norte, sino en un palacio celestial flotando en el espacio, acompañado por niños de todo el mundo que lo ayudan a fabricar juguetes. Desde ese lugar etéreo observa la Tierra, mientras en las profundidades del Infierno, Satanás elabora un plan para arruinar la Nochebuena.
IMDb / Facebook
El Diablo envía a su travieso asistente, un demonio rojo y pícaro llamado Precio, para tentar a los niños, sembrar caos y, sobre todo, impedir que Santa cumpla su misión de repartir amor y esperanza. En México, tres grupos de pequeños se vuelven clave en esta batalla: unos niños malcriados que quieren causar problemas, un niño rico y solitario que solo busca afecto, y una humilde niña cuya inocencia es puesta a prueba.
Lo que sigue es una confrontación entre "el Bien" y "el Mal" contada a través de escenarios teatrales, efectos especiales rudimentarios, música inquietante y un Santa Claus que, en lugar de esa clásica imagen, parece salido de un sueño psicodélico o de una ópera espacial.
El clásico que da risa, miedo y fascinación
Aunque hoy la película es vista como un tesoro del cine bizarro, en su momento Santa Claus generó emociones muy distintas. Para muchos niños de los años 60, 70, 80 e incluso 90, ver esta cinta en televisión era una tradición y a la vez un ritual traumático.
IMDb
Elementos como los ojos vigilantes de Santa en un órgano gigante, juguetes que cobran vida y demonios saltando alrededor del fuego, crearon una sensación tan extraña e inquietante que la cinta se ganó fama de "pesadilla navideña". Pese a ello, también se convirtió en un clásico de culto: su rareza, su estética teatral y su absoluta falta de miedo al ridículo la han vuelto una pieza imprescindible en la historia del cine navideño mexicano.
En la actualidad y a más de 60 años de su estreno, Santa Claus es considerada una de las películas navideñas más peculiares jamás hechas. Su mezcla de melodrama, fantasía infantil, moral católica, criaturas del Infierno y un Santa casi omnipotente la vuelve imposible de clasificar.