El cine de ciencia ficción lleva años obsesionado con el multiverso. Entre portalles brillantes, realidades alternas, líneas temporales que se cruzan y versiones infinitas de un mismo personaje. Solo hay que voltear a ver éxitos como Todo en todas partes al mismo tiempo, Doctor Strange en el multiverso de la locura, Dark y Tenet, que cada una a su manera ha intentado explicar las reglas del tiempo y la existencia.
Pero no toda la ciencia ficción necesita de explosiones, naves espaciales o efectos digitales para volarte la cabeza. A veces, basta con una idea inquietante, un escenario cotidiano y un grupo de personas que poco a poco empiezan a notar que algo no encaja. Ese es exactamente el caso de Coherence, una película independiente que convirtió una cena entre amigos en uno de los experimentos cuánticos más inquietantes del séptimo arte.
Cuando una noche normal deja de serlo
La historia arranca con un grupo de amigos que se reúne para cenar y observar el paso de un cometa. Todo marcha normal, entre conversaciones triviales, copas de vino, y viejas tensiones flotando en el ambiente. Todo suena normal, incluso cuando alguien saca a la plática un extraño suceso que ocurrió décadas atrás en Finlandia.
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En 1923, el paso de un cometa provocó comportamientos inexplicables en un pequeño pueblo: personas que no reconocían a sus seres queridos y situaciones que no encajaban. La historia parece ser absurda hasta que el cometa aparece en el cielo esa misma noche, y partir de ahí, nada vuelve a tener sentido.
Una película que confía en tu cerebro
Esta cinta independiente demuestra que no necesitas presupuesto millonario para crear ciencia ficción memorable. Su fuerza radica en aspectos como el guion, el ambiente de tensión psicológica y en cómo obliga al espectador a prestar atención a los detalles para encontrar la lógica.
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Lo más interesante es que el miedo no viene ni de monstruos ni de amenazas externas, sino de las personas y de la desconfianza. Del terror a que el otro no sea quien dice ser, o peor aún: a que tú no seas quien crees ser.
Rodada con un presupuesto mínimo y mucha improvisación, Coherence se convirtió con los años en una película de culto. No busca respuestas dar respuestas, sino presentar al público preguntas incómodas. Si te gustan las paradojas temporales, los multiversos inquietantes y las historias que no necesitan efectos de Marvel para volarte la cabeza, esta película es una obligación absoluta y está en Prime Video.
