Situada en un barrio pobre de Monterrey en la década de los 2000, esta película mexicana busca contar la historia de Ulises que aunque es ficticia, está basada en un contexto completamente real que refleja la realidad de muchos mexicanos a lo largo de décadas.
Ganadora a 10 premios Ariel, incluidos a Mejor película y Mejor revelación actoral por el impecable protagónico de Juan Daniel García Treviño, esta película original de Netflix es una joya del cine mexicano.
Uno de los dramas mexicanos más aclamados de Netflix
Bajo la dirección de Fernando Frías, Ya no estoy aquí llegó a la plataforma en 2019 y desde su lanzamiento el filme tuvo un recibimiento muy positivo por parte de la audiencia y la crítica. A seis años de su estreno, a la fecha esta película es considerada una de las mejores del cine moderno mexicano además de que impulsó potencialmente la carrera del joven actor Juan Daniel García Treviño.
Ya no estoy aquí se centra en diversos temas que son los pilares de esta historia: el contexto sociopolítico de México, la pérdida de la identidad y la cultura de la cumbia rebajada a través de la historia de Ulises, un joven integrante de la pandilla llamada "Los Xochipileros", parte de la cultura urbana conocida como Kolombia.
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Un retrato a la realidad violenta de México
La historia de Ya no estoy aquí se encuentra ambientada durante la guerra contra el narcotráfico en México que se originó en 2006, en ese contexto, Ulises vive dentro de un barrio de bajos recursos en Monterrey, Nuevo León, donde él y sus amigos son amantes de la cumbia rebajada y juntos asisten bailes populares dentro del barrio. Sin embargo, ante la situación violenta desatada por el narcotráfico, durante un enfrentamiento entre bandas criminales, Ulises por error termina involucrado.
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Esta situación lo lleva a ser amenazado de muerte a él y a su familia y como ocurre cotidianamente en la realidad mexicana, Ulises se ve obligado a abandonar el país y cruzar ilegalmente a los Estados Unidos, en un camino que lo retará debido al choque cultural que complicará aún más la situación.
Ya no estoy aquí es un retrato crudo y honesto sobre la identidad y la pertenencia con una historia que va más allá de la música para dar un vistazo sensible a una juventud marcada por la violencia y la marginación.