Cerrar un año siempre trae nostalgia a la puerta. Muchos miran hacia atrás, hacen listas y recuerdan lo que los tuvo pegados a la pantalla. En 2025 hubo de todo: el esperado regreso de Merlina con una segunda temporada, el final de Stranger Things que marcará a toda una generación, y el espectáculo visual de Avatar 3, que volvió a recordar por qué el cine sigue siendo una experiencia única.
Pero el cambio de año no solo va de mirar a todo lo que pasó en 365 días. También es ese momento raro en el que pensamos qué queremos sentir después y qué historias queremos volver a creer. Y cuando se trata de empezar enero con el pie derecho, pocas cosas funcionan tan bien como esta historia de amor de los 60's.
Un clásico que sigue sabiendo exactamente qué decir
Esa película es Piso de soltero, también conocida como The Apartment. Estrenada en 1960, en un elegante blanco y negro, la cinta presenta a Calvin Clifford Baxter, o simplemente Bud, un oficinista solitario que trabaja en una enorme aseguradora de Nueva York.
The Hollywood Reporter
Bud vive entre rascacielos, escritorios interminables y una rutina clara: quiere ascender en su trabajo y, si es posible, invitar a salir a Fran, una empleada del elevador tan amable como encantadora. Para lograr lo primero, acepta un acuerdo bastante cuestionable: presta su pequeño departamento del Upper West Side a varios gerentes para que puedan tener citas extramaritales sin ser descubiertos.
Cuando el éxito tiene un precio demasiado alto
Todo parece funcionar hasta que el jefe directo de Bud, Jeff Sheldrake, se entera del arreglo y decide sumarse. A cambio, promete lo que Bud más desea: el ascenso que tanto ha esperado. Bud acepta, convencido de que es solo otro sacrificio temporal.
Alternate Ending
El problema llega cuando descubre que la misteriosa cita de Sheldrake no es otra que Fran. De pronto, el departamento que usaba como moneda de cambio se convierte en el centro de un conflicto moral enorme. Ya no se trata solo de trabajo, sino de decidir qué tipo de persona quiere ser.
Amor, soledad y decisiones incómodas
Piso de soltero no es una comedia romántica tradicional. Es una historia profundamente humana sobre la soledad en las grandes ciudades, el abuso de poder y las pequeñas renuncias que hacemos para encajar. El romance no llega envuelto en fuegos artificiales, sino en gestos simples y decisiones difíciles.
Movie Night
Fran no es un premio, ni Bud un héroe perfecto. Ambos están rotos, confundidos y buscando algo mejor sin saber muy bien cómo. Y por eso, su historia se siente tan honesta incluso hoy.
La película entiende algo esencial: amar también implica decir no. Renunciar a ventajas, a comodidades y a promesas vacías es algo no envejece. Al contrario, se vuelve cada vez más relevante en un mundo obsesionado con subir, ganar y aparentar.
Ver Piso de soltero hoy es recordar que el amor no siempre es romántico. A veces es lento, a veces te pone a prueba y en otras más aparece justo cuando decides dejar de traicionarte a ti mismo.