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    'Vikings' llega la cuarta temporada a Netflix y es más salvaje que nunca

    Quizá le faltan los dragones de 'Juego de tronos' pero tiene la misma cantidad de combates, sexo, sangre e intrigas, en una historia apasionante.

    La cuarta temporada de Vikings se estrena este dos de diciembre en Netflix con grandes sorpresas. Esta serie es producida por History Channel y cuenta la historia de Ragnar Lothbrok, un hombre cuya vida se encuentra en el límite entre la realidad y la leyenda. No se sabe a ciencia cierta si Ragnar vivió en el siglo VIII o IX, pero los relatos orales cuentan que era un granjero que se convirtió en rey de Suecia y Dinamarca, y en el terror del norte de Europa.

    En la primera temporada de Vikings, que se transmitió en 2013, Ragnar es retratado como un hombre aventurero y arriesgado, que cansado de apenas sobrevivir los duros inviernos en los fiordos, decide que es momento de adentrarse en el mar y esta vez navegar hacia el oeste en busca de pueblos más ricos a quienes saquear. Desobedeciendo las órdenes del líder de su tribu, Ragnar se lanza a la aventura y lo que encuentra es Normandía, Francia y Bretaña, en donde consigue un enorme botín.

    Vikings es creación del productor Michael Hirst (The Tudors) y su mayor acierto es el gran trabajo de investigación que se ha realizado para reproducir la historia lo mas fidedignamente posible. Así, mientras nos cuenta las aventuras de Lothbrok y sus secuaces, también nos dice la verdad sobre un pueblo que en la época se calificaba como bárbaro, primitivo y pagano, pero que permitía que las mujeres fueran guerreras o gobernantes, y tenían la misma libertad sexual que los hombres. Aunque practicaban sacrificios humanos y eran sumamente sadicos, los vikingos eran un pueblo místico y profundamente religioso que vivía bajo un sistema democrático.

    En Estados Unidos acaba de estrenarse la quinta temporada y ya se confirmó la producción de otros 20 episodios para la sexta. Ambas, al parecer, empezaran a centrarse en más personajes y sobre todo, en los hijos de Lothbrok. A Vikings quizá le faltan los dragones y la fantasía de Juego de tronos pero tiene la misma cantidad de combates, batallas, sexo, sangre, intrigas y asesinatos, en una historia muy bien narrada y con excelentes valores de producción. Si todavía no la has visto, es una muy buena idea de que empieces a maratonearla este fin de semana.

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