A primera vista parece que no es un personaje importante, sin embargo es una parte fundamental en la historia de Alejandra Guzmán, ya que ella sí existe y fungió durante la infancia, adolescencia y juventud de Alejandra como su confidente y amiga. Ella, a decir de la actriz, sirvió como “tapadera” en las locuras de La Guzmán y como apoyo para Silvia Pinal cuando no podía más con sus hijos. Según comenta, ella siempre estuvo en medio tratando de hacer lo mejor que pudo por la familia.