Adam McKay afirma que el mayor reto fue que El vicepresidente es una película sobre Dick Cheney, ya que no es exactamente un tema que los estudios se estuvieran peleando por hacer, pero que lo más gratificante es cuando la gente la ve y aprende algo gracias a ella: “Un amigo me contó que se subió a un taxi en Nueva York y que el taxista él le dijo: “Acabo de ver la película Vice y ¿sabías que hay una ley con la que el presidente puede tener poder absoluto?” Estaba hablando sobre la Teoría Unitaria Ejecutiva y yo pensé:
¡Eso es todo! Eso es lo mejor, ahora ese taxista sabe esto gracias a la película. No hay nada mejor.