Adam McKay es mejor conocido por ser la mancuerna eterna de Will Ferrell para realizar lo que ellos llaman sus 'inteligentes comedias estúpidas', pero desde hace unos años, el director mostró una faceta diferente en el 2015 con La gran apuesta, un drama político social que le valió un Óscar por Mejor guion adaptado y otras cuatro nominaciones, que incluyeron las de Mejor director y película.
Esto elevó a McKay a otra categoría que ahora explota en El vicepresidente: más allá del poder, una biopic que explora a Dick Cheney, la enigmática mancuerna política de George W. Bush, quien discretamente y tras bambalinas, fue responsable de muchos de los cambios que se viven hoy alrededor del mundo… para bien y para mal.
A diferencia de Roma, La favorita o Nace una estrella, El vicepresidente: más allá del poder no participó en ninguno de los festivales internacionales importantes, así que fue la película ‘parejera’ que dio la sorpresa cuando resultó ser una de las más nominadas en los pasados Globos de Oro, en donde finalmente sólo obtuvo el de Mejor actor para Christian Bale, en otra de sus impresionantes transformaciones.
Con seis nominaciones a los BAFTA y dos a los SAGA, El vicepresidente: más allá del poder se perfila como una de las fuertes contendientes a los premios de la Academia, por esta razón no podíamos dejar pasar la oportunidad de preguntarle a Adam McKay qué fue lo que lo llevó a realizar esta película y esto fue lo que nos contó en exclusiva…