De mano del director Bennet Miller (Foxcatcher), Brad Pitt creó quizá al personaje más humano en su carrera y menos cinematográfico. Es decir, su Bill Beane sale de pronto del molde de papeles tan delineados (como Benjamin Button o Aquiles en Troya) con este gerente del equipo de beisbol: Oakland Athletic. Brad le dio vida a este estratégico mánager, con muchos defectos, de una manera detallada para hacerlo vulnerable, noble y terco, ya que su hazaña para relanzar a su equipo parece imposible, pero lucha por no darse por vencido. Bill Beane le dio aún más reconocimiento a nivel mundial y confirmó nuevamente que Pitt es uno de los mejores actores de su generación.
Tan solo en el 2019 Quentin Tarantino y James Gray le han dado grandes personajes.