La cinta genero que muchas empresas y asociaciones crearan un Fondo para el apoyo en el caso de Rosa y de varios inmigrantes más en casos similares.
Con la presentación de la cinta, grupos y asociaciones de México contrataron un despacho internacional para defender a Rosa. En 2011, el caso fue reabierto y se ordeno un nuevo juicio para la mujer. Sin embargo, en 2013, la Suprema Corte de Estados Unidos se negó a escuchar la apelación del caso.