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Una secuela tardía que no decepciona por su historia y efectos visuales
por Raúl GodinezTuvieron que pasar 14 años para que el director James Cameron soltara la secuela de Avatar y por fin llegó a cines mexicanos: ha valido la pena cada maldito segundo. La secuela retoma la vida de Jake Sully (Sam Worthington) como líder del clan Omaticaya en el planeta Pandora y padre de familia junto con Neytiri (Zoe Saldana), además de guias para su pueblo. Todo se complica por el regreso de “la gente del cielo” intentando apoderarse del planeta para salvar a la humanidad por medio de los rudimentarios métodos del personaje antagónico de Stephen Lang. Su venganza personal contra Jake es lo que impulsa toda la trama de la película y lo que hace que nuestros personajes se vean de nuevo en peligro, forzados a buscar nuevos horizontes para su familia y pueblo.
Así de sencilla es la nueva trama de Avatar: El camino del agua, sin embargo, Cameron de no tiene nada simple. La tecnología, el mundo y los personajes crecen de manera exponencial en la secuela. Puesto que el director de Terminator ahora tiene más cancha para desarrollarlo. ¡Y vaya que lo hace! Por alguna razón, la comunidad cinéfila olvidó que Cameron es el rey de las secuelas, con títulos como Aliens y Terminator 2: El juicio final debajo de la manga. Aquí reafirma su posición como el cineasta más innovador de todos los tiempos.
La película que dura más de tres horas divide bien su tiempo entre la historia de los Sully y secuencias de acción que superan la primera parte. Llega un punto en el que olvidas que todo lo que estás viendo en la pantalla no es real. Estás tan involucrado con los personajes, la historia y el mundo que piensas que el sujeto azul de tres metros es un gran actor. El paisaje de Pandora se vuelve un elemento visual extraordinario para la historia que estamos presenciando. A pesar de creer que ya nada me puede impresionar en el cine los efectos visuales te dejan boquiabiertos.
Los nuevos elementos de la familia brillan como los protagonistas de la película. A pesar de que Sam y Zoe siguen como punto de flecha, los jóvenes actores encargados de seguir con el legado de la primera película lo hacen muy bien. Aquí hay que destacar el trabajo de Sigourney Weaver como Kiri, una adolescente Na’vi que resulta ser el personaje más interesante de los críos. Todos ellos y muy al estilo de Cameron, se encargan de hablar de varios problemas ambientales como los que tocaba la primera pero ahora expandiéndose a la caza de vida marina, además de la identidad y la familia.
Disney
Hubieron conversaciones sobre “lo único que tienen estas películas son efectos especiales” y sí. Como Misión imposible sólo tiene secuencias de acción o Mad Max: Furia en el camino sólo tiene valor de producción pero no dejan de ser puntos tan altos en el cine que lo modifican para siempre. ¿Cómo pudimos dudar de James? Nunca antes había fallado y hoy, a pesar de toda la mala promoción que ha tenido la película, deseamos que triunfe por su visión revolucionaria.
Porque, cabe aclarar, el éxito o fracaso de esta película en taquilla condicionarán sus secuelas sí o sí. ¿Un consejo? Vayan a ver esta película en formato IMAX. Esto fue lo que intentó hacer Christopher Nolan con Tenet el año pasado o lo que empezó Matt Reeves con The Batman y que remató Tom Cruise con Top Gun: Maverick este 2022. ¡El cine está más vivo que nunca y merece ser visto! James Cameron está de vuelta y todo el mundo se tiene que enterar.
