Antes de escribir el guion, Graham Greene detallo y desarrollo la atmósfera, los personajes y el estado de ánimo de la historia escribiendo un boceto en formato de novela, que luego desecho. En 1948 conoció a Elizabeth Montagu en Viena, quien le dio recorridos por la ciudad, sus alcantarillas y algunos de sus clubes nocturnos menos acreditados. También le presentó a Greene a Peter Smolka, el corresponsal centroeuropeo de The Times, quien le contó a Greene las historias sobre el mercado negro en Viena.
El director Carol Reed hizo todo lo posible para capturar la atmósfera de la ciudad retratada en la película recibiendo ayuda de los funcionarios y habitantes locales. En las noches en que no había lluvia para dar a las calles empedradas el brillo brillante apropiado, la ciudad proporcionaba una brigada de bomberos para mojarlo todo. Reed también incorporó a muchos residentes locales en la película como extras como el vendedor de globos que a menudo se vislumbra.
El director tenía tres unidades de filmación separadas, trabajando la mayoría de los días de producción: una unidad diurna, una nocturna y una de alcantarillado. Dado que Reed insistió en dirigir cada unidad, trabajaba 20 horas en varios días.
Fue la cinta más popular en el Reino Unido en 1949. En Austria fue un fracaso. Para 1999, el British Film Institute la eligió como la mejor película británica de todos los tiempos. En 2011, una encuesta de 150 actores, directores, escritores, productores y críticos de la revista Time Out la clasificó como la segunda mejor película británica de la historia.
Fue nominada a tres premios de la Academia, en 1951, en las categorías de mejor director, mejor edición y mejor fotografía, siendo esta última categoría donde resulto victoriosa.