En Lovelace: Garganta profunda, a principios de la década de los años 70, Linda Boreman, de veinte años, pasa una adolescencia tranquila, en compañía de sus padres, estrictamente religiosos y su mejor amiga Patsy, sin sospecha alguna lo que el futuro tenía previsto para ella. Siendo el patinaje una de sus mayores aficiones, Linda y Patsy se ofrecen como voluntarias para bailar en el escenario durante un concierto de una banda local de Florida. El atractivo de la chica y sus movimientos de baile no pasan desapercibidos y llaman la atención de Chuck Traynor, un empresario de mala reputación y varios años mayor que ella. Traynor enamora a Linda y la convence de abandonar a sus padres y casarse con él. Sólo seis meses después, Linda está en corte, pagando una fianza para sacar a su esposo de prisión, luego de ser encontrado con una prostituta. Desesperado por dinero, Chuck obliga, a fuerza de pistola, a Linda a convertirse en actriz de cine porno, industria que está creciendo y con la que Chuck tiene contactos importantes. Adoptando el nombre de Linda Lovelace, la actriz alcanzo la fama por su participación en la cinta “Garganta Profunda”, pero los abusos a los que estuvo expuesta jamás la abandonaron.