Francisco Cruz fue nominado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas AMACC a Mejor Actor en los premios Ariel.
Bernardo Arellano utilizó diferentes técnicas de dirección para lograr que todos los actores tuvieran el mismo desenvolvimiento estético frente a la pantalla, incluido Francisco. Lo significativo de su trabajo resalta en que esto no resulta paternalista ni moralino, sino que independientemente de la violencia mostrada en pantalla, todos se mueven al mismo compás.