Entre la noche y el día

Francisco (Francisco Cruz) es un hombre de unos 50 años que ha nacido con autismo. Vive con uno de sus hermanos y la familia de este, pero debido a que ellos no entienden su discapacidad, sufre todo tipo de rechazos y discriminación, no sólo de ellos, sino de la sociedad en general, que lo ha segregado por considerarlo improductivo, entre otras cosas. Sus únicos escapes son sus pertenencias (las cuales no dejan de estar limitadas por sus familiares): una rata de campo que considera su amiga y algunas cosas más que guarda en su portafolios. Silvia, su cuñada, le da el peor trato: al considerarlo débil mental, le ofrece una vida sumamente indigna y le asigna tareas domésticas que ella considera denigrantes y de baja categoría, además, logra convencer a su esposo e hijo que lo saquen a la calle por la vergüenza que le provoca y las peleas que ocasiona entre la pareja, fruto de su ignorancia en el tema. Después de mudarse a casa de Gaby, su otra hermana, y su esposo violento, Francisco demuestra su fortaleza y determinación, así entonces decide buscar su propio camino, donde encontrará todo el amor y apoyo que su familia no le dio.