El guión de la película está casi libre de diálogos y solo tiene 32 páginas.
Para Redford (a los 77 años), el aspecto más agotador del rodaje no fueron las acrobacias, la mayoría de las cuales insistió en hacer él mismo, sino la triste rutina diaria de estar constantemente empapado de agua durante toda la producción.
Cuando se proyectó fuera de competencia en el Festival de Cine de Cannes 2013, la película recibió una ovación de pie de 9 minutos.
Filmada casi por completo sin sonido en vivo grabado, los sonidos locales de agua y viento se mostraban como referencia al final de cada sesión diaria.
La película fue filmada ampliamente en Baja Studios en México, los mismos donde Titanic (1997) fue originalmente filmada.