SensaCine México
Mi cuenta
Un romance que choca con los clichés de Disney y un mal concepto feminista
por Nancy PonceRomeo y Julieta es probablemente una de las obras con más adaptaciones en el cine y la televisión debido a lo redituable que es. Mientras Franco Zeffirelli, Don Roy King y Renato Castellani recrearon la historia al pie de la letra, otros cineastas se atrevieron a presentar una versión innovadora de este clásico de la literatura, ese es el caso de Karen Maine, quien a través de su película Rosalina busca romper con algunos estereotipos del amor romántico y reivindicar la posición de la mujer.
A diferencia de las películas de Baz Luhrmann y Carlo Carlei, la historia no se sitúa en un contexto actual sino que mantiene una ambientación medieval con grandes castillos y lujosos vestidos, pero con una lenguaje bastante actual y una musicalización moderna. En esta ocasión los protagonistas no son ni Romeo (Kyle Allen) ni Julieta (Isabela Merced), sino Rosalina (Kaitlyn Dever), la ex novia del galán, un personaje poco explorado en la obra de Sheakspeare, siendo un gran acierto de Maine. Desde los primeros minutos queda claro que no será una comedia romántica cualquiera.
Romeo Montesco es ridiculazado en pantalla y en lugar de parecer el héroe de ensueño es mostrado como un fanático de los clichés románticos y de los poemas absurdos. Él tiene una relación secreta con Rosalina, una Capuleto, y debido a que sus familias se odian solo pueden verse a escondidas. Ambos planean su noche mágica en un baile de máscaras, pero por varias circunstancias, la doncella no puede asistir, en cambio su prima sí. Es entonces cuando Julieta y Romeo se conocen por primera vez y caen profundamente enamorados.Rosalina se siente traicionada por lo que intenta arruinar su bella relación.
De esta manera la cinta tiene varios momentos cómicos liderados por Allen, cuyo carisma y experiencia frente a cámara la vimos actuando en La noche de las nerds, logra hacer un drama juvenil bastante entretenido. Conforme avanza el segundo acto, la protagonista es obligada a casarse y a seguir las reglas de su incomprensible padre. Es así como vemos a un personaje femenino empoderado que lucha contra las presiones sociales de la época, pero que al final termina cediendo a las redes del romance, aceptando la relación de Romeo y Julieta; buscando cariño en alguien más: Dario (Sean Teale).
Star Plus
Rosalina pasa de ser de la ex novia furiosa a la prima cariñosa, una unión femenina bastante clara en la que los personajes pasan de sentirse vulnerables a mostrar fortaleza, siendo las actuaciones más sobresalientes. A diferencia de la historia original, las mujeres no mueren por amor pero sus aspiraciones sí están limitadas a tener un romance heteronormado, por lo que no es una propuesta completamente feminista como se pensaría. A diferencia de su trabajo en Yes, God, Yes, un drama adolescente en donde se muestra la hipocresía religiosa, Karen Maine pierde el objetivo real de su cinta, ya que el arco de Rosaline vuelve a estancarse.
Además hay situaciones un tanto forzadas y escenas que intentan recrear los musicales de Disney terminando por romper el ritmo de la película. Considerando que el guion estuvo a cargo de Scott Neustadter y Michael H. Weber, conocidos por escribir la historia de 500 días con ella, The Spectacular Now y Bajo la misma estrella, esta comedia romántica termina por no estar a la altura de sus anteriores trabajos ya que que solo se siente como un romance juvenil de época con toques divertidos, además de que el empoderamiento de las protagonistas se pierde conforme avanza la cinta. Aún así la historia es entretenida y logra sacar algunas carcajadas genuinas, presentando una de las adaptaciones más innovadoras de este clásico shakesperiano.
