La directora Jennifer Kent es también la propietaria de los derechos del filme. Ella ha asegurado que, sin importar cuánto dinero le ofrezcan, jamás habrá una secuela de Babadook.
Como parte de la campaña de promoción de Babadook era posible comprar el libro infantil por USD$8.
Netflix colocó esta cinta accidentalmente en la categoría “LGBT Movies” en Estados Unidos.