Stephen King llamó a esta película la adaptación más fiel de su obra.
Para escenas emocionales, Michael Clarke Duncan recordaba que su padre lo dejó cuando era niño.
Los guardias de la prisión usan uniformes para darle a la película una sensación "auténtica", aunque los uniformes no se usaban en el momento en que se estableció la película.
Tom Hanks invitó a toda la tripulación a una comida todos los viernes por la noche en el set.
Bruce Willis fue quien sugirió a Michael Clarke Duncan, cuando los productores tenían problemas para encontrar al actor adecuado para desempeñar el papel de John Coffey.