Florence Foster Jenkins (Meryl Streep) siempre soñó con ser concertista de piano y con tocar algún día en Carnegie Hall. Durante su juventud sufrió un accidente que le inmovilizó la mano y una nueva idea surgió en ella: cantar. El problema es que la voz de la mujer era verdaderamente atroz, pero consciente de que la práctica hace al maestro la mujer practicó sin descanso para intentar cumplir su sueño.
Situada a principios del siglo XX, la cinta dirigida por Stephen Frears (Alta fidelidad), cuenta la historia de Florence y su esposo, St Clair Bayfield (Hugh Grant), quien no solo la apoyó, sino que la impulsó a perseguir su sueño sin que le importara lo que pudieran llegar a pensar los demás.
Florence no tenía talento, pero la fortuna que heredó de su padre le permitió impulsar su propia carrera e incluso grabar su propio disco. Florence: La "mejor" peor de todas es al mismo tiempo una deliciosa comedia y una historia de amor entre una mujer y la música… a pesar de su nulo talento.