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    Rampage: Devastación
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Rampage: Devastación

    Un espectáculo de efectos especiales tan bobo que al menos divierte.

    por Carlos Gómez Iniesta

    Uno sabe a lo que se mete cuando hay que ver a Dwayne Johnson salvar el mundo de las amenazas de tres monstruos gigantes por casi dos horas. Mucho más cuando el actor vuelve a hacer mancuerna con el canadiense Brad Peyton, quienes hicieron de Terremoto: La falla de San Andrés un éxito de taquilla en 2015. La fórmula de destrucción total se repite, sólo que ahora es en los rascacielos de Chicago, en donde un lagarto, un lobo y un simio modificados por un experimento, aumentan a un tamaño tan grande como su odio hacia la humanidad. 

    El guión, hecho a cuatro manos y en el que destaca a Carlton Cuse de la serie Lost, es adaptación de un videojuego de mediados de los 80 en donde había que seleccionar a uno de tres monstruos, escalabas edificios y a base de golpes tenías que causar su derrumbe. Y nada más. Ah claro, también podías comerte a los inquilinos e impedir, también a golpes, que los otros montruos terminarán su tarea antes que tú. 

    Algo de crédito habrá que darle a los productores por su valentía y por inventarles una historia a estos agresivos seres, que, pues sí, hacen lo que hacían en el arcade. Sin embargo, el producto cinematográfico es simple, lineal y predecible... Lejos de aportar algo al género como lo hicieron recientemente cintas de temática similar como Cloverfield o la coreana The Host.

    ¿Algo se salva? Aunque cueste aceptarlo sí. Uno que otro comic relief por parte del indestructible Dr. David Okoye (Dwayne Johnson); su "mejor amigo" George, un simio blanco con la suficiente inteligencia para hacer bromas y pintar dedo y, obviamente, los efectos especiales creados por Weta, que a estas alturas deben de ser especialistas en el motion capture de primates pues ellos también hicieron Kong y El planeta de los simios. Todo el atractivo entonces reace en las secuencias de destrucción de la ciudad de Chicago, un plato fuerte que está muy bien servido (aunque sigo prefiriendo la caída de San Francisco de Terremoto: La falla de San Andrés). Rampage: Devastación una opción promedio en el genero que sirve para apagar el cerebro y nada más.

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