Mi cuenta
    Bumblebee
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    Bumblebee

    Nostalgia ochentera, un vocho amarillo y una amistad extraterreste

    por Tamara Cuevas

    Las primeras películas de Transformers eran una masa de vómito que mezclaba autobots, las caderas de Micaela Banes (Megan Fox) y la palpable desesperación de Sam Witwicky (Shia LaBeouf) por dejar de ser vírgen...y el soundtrack de Linkin Park. Y aunque lograban complacer al espectador, al salir de la sala de cine se rompía el hechizo. En cambio, Bumblebee, precuela de esta franquicia, promete perdurar por más tiempo, no en la psique, sino en el corazón del espectador.

    Dicha precuela fue dirigida por Travis Knight (Hillsboro, 1973), responsable de Kubo y la búsqueda de samurái y del departamento de animación en Coraline y la puerta secreta, y escrita por Christina Hodson, quien también realizó el guion de la esperada Birds of Prey (and the fantabulous emancipation of one Harley Quinn). Bumblebee se sitúa en 1983 y abre con una breve secuencia de acción en el espacio, en la que los decepticons acusan a los autobots de ser traidores del sistema, orillando a Optimus Prime a enviar a su mejor soldado a establecer una nueva base en la Tierra.

    Ya en nuestro planeta, el adorable autobot se transforma en un vocho amarillo, no sin antes tener un fortuito encuentro con el Gral. Burns (John Cena), un agente cuya característica principal es el maniqueísmo, lo que resulta en una visión de las cosas en blanco o negro, que posiciona a cualquier ser vivo (humano o robot) diferente a él como una potente amenaza para la gran América. Desde el principio sabemos que Bumblebee será una película character driven, a diferencia de las entregas previas dirigidas por Michael Bay, en las que el objetivo era centrar nuestra atención en las increíbles peleas…¡entre autos robot de CGI!  Ahora lo que nos interesa no es tanto el conflicto estelar que se disputa entre los decepticons y los autobots, sino la amistad que surgirá entre una humana y Bumblebee. Y aunque suena similar a Transformers (2007), para nada estamos hablando de la misma historia.

    Charlie, interpretada por Hailee Steinfield (que con el paso de los años encaja cada vez mejor en el papel de joven incomprendida), encuentra a Bumblebee en el deshuesadero de un taller mecánico, cuyo dueño le obsequia el inservible automóvil a la chica para celebrar su cumpleaños número 18. A partir de entonces, Charlie y el autobot comenzarán una relación de amistad que alcanza su punto más álgido y cómico en el pequeño guiño/homenaje que hace el director a E.T., el extraterreste dentro de la cinta.

    Dado que la línea cronológica de Bumblebee se desarrolla en la década de los años ochenta, la cinta se convierte en un campo minado de clichés: one hit wonders como 'Never gonna give you up', la vestimenta ochentera rockera y hasta analogías a The Breakfast Club hacen su aparición en la película. No obstante, son clichés disfrutables, acompañados de buenas canciones ochenteras y personajes bien definidos con diálogos inteligentes.

    Dejando a un lado los clichés, algo valioso sobre Bumblebee es que tomó a su protagonista y la convirtió en una superheroína sin poderes. Estamos acostumbrados a ver mujeres que navegan con una bandera de empoderamiento muy obvia - a veces más como un recurso que como un verdadero fin -  pero lo que hicieron Knight y Hodson fue darle calidez a un personaje (fuera hombre o mujer) que se rige por la lealtad y la amistad, cuyo objetivo final es salvar la vida de su amigo, sin importar que no sea un humano como ella. Bumblebee es esa película que podría ver un fanático de la franquicia de Transformers, alguien que creció en los ochenta o alguien que no tiene idea de qué es un autobot y, aun así, disfrutar la historia que presenta.

     

    Comentarios

    Back to Top