El director, Artemio Narro es un reconocido artista plástico. Esta cinta representa su debut como director de un largometraje
La idea se originó en un viaje que el director hizo a Ciudad Juárez, donde el feminicidio es un tema abierto. Narro se preguntaba lo que sucedería si se invirtieran los papeles, si las mujeres fueran los verdugos y no las víctimas. Para él, la cinta habla de las estructuras de poder, la violencia y los roles de género.
Narro obtuvo el presupuesto necesario para rodar la cinta, gracias a amigos que donaron obras que se subastaron.
Durante el desarrollo de la historia, Narro vio varias cintas del género Rape and Revenge, cuyas historias muestran como las mujeres se vuelven fuertes y matan a su agresor tras ser violentadas. El director opto por un camino diferente, donde las protagonistas reaccionan por si mismas, sin necesitar justificación.
La cinta se presentó en varios festivales, tanto de horror, como de arte, así como de cine pornográfico.
El director tomó la decisión no utilizar música original compuesta para la cinta. Existen canciones que apoyan a las escenas, que suenan en la radio o en los bares, pero en los lugares donde no existía justificación de música, el sonido fue ambiental, de las calles y los espacios abiertos.