La idea del proyecto nace en 2014, cuando fue autorizada la exploración del Convento de las Trinitarias.
El estreno del documental tiene lugar en 2016, coincidiendo con el 400 aniversario de la muerte de Cervantes.
El antropólogo forense Francisco Etxeberria, que ha participado en la búsqueda de los restos, afirma que la importancia del descubrimiento reside en que "buscar a Cervantes es buscarnos a nosotros mismos".
Francisco José Marín Perelló es el historiador impulsor del proyecto, pero a pesar de que inició la investigación, implicó a las instituciones y buscó la financiación, finalmente fue apartado del proyecto cuando este empezaba a arrancar.
En España, el documental se estrenó en una sala, en la ciudad de Madrid.
Balaguer lamentó el poco interés del Estado por el proyecto, invirtiendo poco más de 100,000 euros para el mismo, comparándolo con el gobierno de Inglaterra, cuando ellos invirtieron cerca de 7 millones para fomentar el legado de Shakespeare.
Además de las fases de excavación y procesos científicos, el director aprovechó para reivindicar el Barrio de las Letras, como lugar único en el mundo.