Crítica de SensaCine.com.mx para El último disparo: Una de acción. Convencional.

Steven C. Miller dirige El último disparo, película de acción protagonizada por Bruce Willis en la piel de jefe policial en un pequeño pueblo donde ocurren varios delitos en pocos días: robo de banco, asesinato y secuestro… todo está ligado.

Willis, comparte créditos con el ex actor de Star Wars: Hayden Christensen, quien ahora sale como exitoso hombre de negocios en Wall Street que visita el bosque con su hijo de diez años para enseñarle a cazar venados, cuando se ven involucrados en una situación de fuego cruzado.  

Esta historia transcurre en menos de una semana. Nos presenta primero a cada integrante de la familia del corredor de bolsa en su entorno individual citadino, enfrentándose a las exigencias de la productividad profesional, así como al bullying escolar en el caso del niño.

Cuando finalmente la familia se toma unas mini vacaciones, su estatus de forasteros los pone en desventaja.

Además de muchos disparos y ambición monetaria, esta convencional trama de policías, ladrones y una tierna familia en peligro, tiene varios giros que rebelan  las verdaderas intenciones de los personajes. Los mayores clímax llegan cada vez que hay un arma apuntado a alguien y su respectivo diálogo negociador de por medio. 

Cuando se supo en 2016 del fichaje de Christensen y Willis en la misma cinta, se pensó que podrían hacer buena dupla, pero ante el resultado final, podemos decir que: sin duda los hemos visto mejor aprovechados por separado.

First Kill es el título en inglés de esta co-producción Estados Unidos, Canadá-Reino Unido.