Crítica de SensaCine.com.mx para Desobediencia: Vaya lío amoroso

En la pasada temporada de premios Sebastián Lelio y su película Una mujer fantástica se llevaron varios galardones, entre ellos el Oscar a Mejor película de habla no inglesa y arrasando en con cinco estatuillas en los Platino. Desobediencia es su nueva película y podríamos estar ante otra obra multinominada para el cineasta, quien parece tener una fijación con temas de diversidad sexual.

Este drama romántico gira en torno a Esti (Rachel McAdams), una chica que creció dentro de una sociedad judía con tradiciones intachables. Pero cuando era pequeña se dio cuenta de su atracción hacia las mujeres y especialmente hacia Ronit (Rachel Weisz), quien tuvo que salir de su comunidad por la presión social. Sin embargo, años más tarde regresa y el reencuentro con su antigua amiga tendrá consecuencias considerables, ya que la pasión y el amor son cosas difíciles de ocultar.

Desobediencia tiene ese toque narrativo que caracteriza a Lelio, es fluida. En ningún momento te sientes aburrido ni fastidiado con lo contado, además de tocar varios temas como la religión – que a veces llega a cegarse por tradiciones –, la libertad personal, el cambio de paradigmas y por supuesto el amor. No hay peor obstáculo que nosotros mismos para poder hacer lo que en verdad queremos.

Esta historia necesitaba un par de protagonistas capaces de reflejar todo lo anterior en pantalla, por ello recurrió a Rachel McAdams y Rachel Weisz, quienes lo hacen estupendo. La atracción mutua parece real, tienen la química ideal para hacernos pensar que en verdad se gustan y disfrutan sus momentos de pasión. Papeles fuertes de interpretar no sólo por las escenas de contenido sexual, sino porque ambas cargaron con papeles opuestos que necesariamente tenían que ser bien expuestos.

Recomendable para un público gustoso por las historias que tienen un sustento, son terrenales y prácticamente omiten la fantasía.