Crítica de SensaCine.com.mx para Llámame por tu nombre: Verano romántico e inolvidable

Call me by your name es una película basada en la novela homónima del escritor egipcio egresado de Harvard: André Aciman, cuya vida, guarda numerosas similitudes con los personajes de su libro publicado en 2007. Al igual que el autor, sus protagonistas son judíos norteamericanos, altamente educados, políglotas desde la cuna, y alguna vez radicados en Europa, de ahí que los perfiles nos resulten creíbles, y los debates intelectuales, genuinos. 

Llámame por tu nombre, fue adaptada al cine por el guionista James Ivory y por el director Luca Guadagnino, quienes nos llevan a algún lugar al norte de Italia para sumergirnos en el caluroso verano de 1983. En este sitio, encontramos a una familia burguesa judía que vive en Estados Unidos y vacaciona en su casa de campo. Sus miembros, suelen distribuir el ocio entre tomar el sol, leer y comer con los amigos, hasta que viene a sumarse a ellos Oliver (Armie Hammer), un rubio y atractivo estudiante en proceso de tesis, que inicia un romance con Elio (Timothée Chalamet), el integrante de 17 años de esta familia.

Y es que el ocio, juega el papel de Celestina para ambos, quienes pasan de ser completos extraños -con personalidades opuestas- a cómplices de por vida al cabo de seis tórridas semanas. En los diálogos, aparentemente imprecisos de los protagonistas, hay poderosos intercambios de confesiones y sabiduría: 

- Si supieses lo poco que sé sobre las cosas que en realidad importan... - ¿Cuáles son las cosas que importan?

Además de pasión, los creadores de esta película, logran hacernos sentir que estamos experimentando también, unas largas vacaciones (en una época donde sabíamos vivir sin tecnología) y en las que el único atuendo necesario, era el traje de baño. Convenientemente, aquí solo existen los cuerpos hermosos. Convenientemente, el cruce de idiomas, inglés, francés, italiano y alemán, nunca es un conflicto, sino un puente más de entendimiento.  

Los ambientes, están dominados por néctares de fruta recién cortada, sudor, luz natural y el sonido de las moscas solitarias en una habitación; esto último, de alguna extraña manera suena armonioso, tal y como la música de Bach emitida por el ultraeducado Elio, desde el piano o la guitarra.

Llámame por tu nombre es una fuente de la cual brotan muchos placeres, el mayor de ellos: experimentar un gran amor de verano.