La directora del filme, Arantxa Aguirre, fue bailarina infantil. Además, conoce profundamente la compañía de Giles Roman, ya que con esta compañía ha realizado tres largometrajes y un corto. Fue precisamente Roman quien le encargó la elaboración de este nuevo documental sobre el proceso de creación de este gran espectáculo basado en Beethoven.
El rodaje de la película se alargó durante nueve meses entre Lausanne y Tokio.
Segundo ganador del premio en la categoría Documental en el Festival de Cine de Seminci en 2016.