El rodaje de la cinta se desarrollaró mayoritariamente en Zaragoza y Lleida, durante 6 semanas.
Al desarrollarse en el año 1992, año de la Expo de Sevilla o de las Olimpiadas de Barcelona, las localizaciones escogidas en Zaragoza fueron el Instituto Miguel Servet, el Parque José Antonio Labordeta, el Paseo de Ruiseñores, las cuales fueron modificadas para lucir cómo eran en el año 92.
Es el primer largometraje escrito y dirigido por Pilar Palomero gracias al programa Berlinale Talents, al cual fue seleccionada entre 2.711 participantes.