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    Gloria Bell
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    Gloria Bell

    Un remake a tono

    por Iván Romero

    En el 2013 el retrato chileno acerca de Gloria Cumplido (con la interpretación de la inmejorable Paulina García), una mujer de casi 60 años que compensa su soledad yendo a fiestas de solteros y buscando conocer al hombre indicado, conmovió a toda la comunidad hispanoparlante. A partir de esto su director, Sebastián Lelio, ha crecido indudablemente. Desobediencia y la ganadora del Oscar: Una mujer fantástica, son ejemplos de que el cineasta tiene muchas cosas por contar. Muchos se preguntan ¿por qué hacer un remake de su propia película? Y la razón es Julianne Moore, quien al ver el filme original le propuso al director hacer nuevamente la producción sólo si él la dirigía.

    En esto de hacer remake de su propio filme Lelio no es el primero. El director austriaco Michael Haneke ya lo había hecho al retomar su Funny Games de 1997 una década después, en inglés y con actores de la talla como Naomi Watts y Tim Roth. O Michael Mann quien en 1989 dirigió la película para televisión L.A. Takedown y en 1995 la volvió a hacer en la alabada Heat con Al Pacino y Robert De Niro. La oportunidad de poner bajo otra perspectiva una misma historia es fascinante y aunque fuera una copia cuadro tras cuadro, la aportación, sobre todo si es de un autor, termina siendo distinta.

    El discurso en Gloria Bell se mantiene al igual que la original: el cruel paso del tiempo, la soledad inminente y la insatisfacción crónica que provoca las relaciones humanas. Pero, así como en su antecesora, el corazón del filme es la protagonista, quien, ahora bajo los rayos del sol de Los Ángeles y la idiosincrasia misma del país, se debate entre el desamor y la construcción personal. Julianne Moore no tiene que comprobar nada a nadie, sabemos el pedazo de actriz que es y se apropia del personaje, lo vuelve auténtico, entrañable y le da una vitalidad diferente. Una adición inteligente y certera a la gama de personajes que tiene la intérprete. Ambas Glorias son retratos femeninos, oportunos y necesarios.

    El filme tuvo su paso primero en el Festival de Toronto del 2018 y posteriormente engalanó el Festival de Cine de Guadalajara con una proyección el pasado marzo, donde Juan de Dios Larraín, (hermano de Pablo Larraín) productor del filme, recibió un reconcomiendo a su carrera por la aportación vital a la industria latinoamericana. Resultaba imposible que un guion tan entrañable y oportuno como el de Gloria Bell no funcionara. Para algunos quizá era innecesario y poco original retomarla bajo otro idioma, pero Sebastián Lelio calla bocas y es muestra ejemplar de que las historias pueden ser tan universales que pueden replicarse en distintas culturas.

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