Crítica de SensaCine.com.mx para Pesadilla siniestra: 'Pesadilla siniestra': ¿Usaron la misma jeringa para inyectarse todos?

Pesadilla Siniestra o Slumber, tiene una introducción llamativa y empática con el espectador: presenta un collage auditivo de testimonios de personas que han experimentado la sensación de parálisis del cuerpo y alucinaciones durante el sueño, algo popularmente conocido en México con la frase: "se subió el muerto".

La expectativa sobre lo que nos contarán en este comienzo del director Jonathan Hopkins, crece debido a que las narraciones son acompañadas visualmente por ilustraciones de demonios o de seres oscuros junto a la cama de personas durmiendo, lo que nos hace pensar -equivocadamente-  que esta película podría estar cuestionando lo que nos han dicho acerca de este intrigante trastorno del sueño que suele aterrar a quienes lo hemos vivido.

Pronto en esta historia conocemos a Alicia (Maggie Q), una metódica doctora que trabaja en una clínica de estudio del sueño y que atiende a una familia entera padeciendo sonambulismo, parállisis nocturna y las consecuentes visitas de un demonio oportunista que aprovecha este momento de debilidad para hacer cosas terribles. El problema con esta cinta, es que se olvida completamente de seguir cuestionando los estudios científicos sobre la parálisis del sueño y sus personajes toman decisiones demasiado ilógicas ante la evidente amenaza: como ir a tomar café con toda calma y descuidar a los pacientes en observación. También, nos distraen de la trama detalles de continuidad como: ¡¿Usaron la misma jeringa para inyectarse todos?!

Además de crear situaciones humorísticas que no son simpáticas, otro aspecto que desbarata la buena impresión dejada por las escenas introductorias, es la construcción de Charlie, un personaje invidente que funcionará como guía para combartir al demonio, pero en cada intervención su presencia resulta repulsiva e inverosímil por su actuación y caracterización exageradas.  

Pesadilla Siniestra no sólo termina por no dar miedo, sino que tampoco sobresale del camino ya recorrido por películas como la saga Insidious, donde un niño yace en una cama luchando con demonios mientras su familia lo ayuda.