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    Love me not
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Love me not

    Una reinterpretación bíblica contemporánea

    por Iván Romero

    Una historia sobre el poder en tiempos de guerra postmodernos; sobre la redención a través del amor y un subversivo relato estilístico que sirve como ejercicio para su director catalán Lluis Miñarro, quien anteriormente estrenó un filme igual de poderoso en cuanto a su discurso titulado Estrella fugaz. Ahora con Love Me Not, según sus palabras, ambas películas, a pesar de que son historias completamente opuestas, dialogan como solo las piezas de un autor como él podrían hacerlo.

    Miñarro toma el mito bíblico de Salomé, la princesa hija de Herodes que pidió la muerte de Juan el Bautista y recibir su cabeza en bandeja de plata como regalo. Ella ha servido de inspiración para muchos autores, particularmente Oscar Wilde creó un texto teatral con la misma esencia de una Princesa Salomé vengativa, pero con una sexualidad desbordante. Al sentirse atraída por Juan el Bautista en esa interpretación y ser rechazada, lo manda ejecutar como respuesta de su despecho. Miñarro toma el valor de la seducción y el poder del sexo como arma narrativa dentro de Love Me Not, sólo que trasladados a un contexto sociopolítico y contemporáneo.

    En la reciente película, Salomé (Ingrid García Jonsson) es transformada en un soldado en plena guerra en el desierto, hija del de comandante de la zona militar donde yacen. Este le encarga vigilar a un prisionero, quien resulta ser atractivo para Salomé y las consecuencias de los actos que cometen quizá no terminen como pensaban… ni siquiera como pensó el mismo Oscar Wilde.

    Love Me Not es una coproducción España-México, por lo que en su elenco multiestelar hay actores nacionales e internacionales de la talla de Lola Dueñas, con quien ya había trabajo Miñarro en su anterior filme, Oliver Laxe, el mexicano Luis Alberti, Hugo Catalán, entre muchos otros.

    El filme no precisamente es de agrado de todos, ni va para todo público; este comentario no es condescendiente, ni se requiere de algún conocimiento especial para apreciarla, pero lo que hace Miñarro y él mismo lo acepta y abraza es un largometraje muy de nicho, muy de autor en el que la improvisación juega un papel fundamental y las reglas del texto original regularmente las rompe si el afán del absurdo y lo artístico se funden para crear una idea y, sobre todo, una apología de un discurso en general. Es un drama abstracto, contemplativo, y de sumo cuidado, en el que si el espectador entra en el juego podrá divertirse con esta nueva Salomé y entender que su creador quiere plasmar una historia de amor en medio de los destrozos de una guerra.

    Desde Estrella fugaz el cine de Miñarro es difícil de clasificar, ya que abarca muchos géneros. Love Me Not no es la excepción; es rara, excéntrica y una seria de definiciones que podrían adjudicarse, ya que su naturaleza realmente es indescifrable. La labor de su elenco es impecable, sobre todo Lola Dueñas, quien verla en pantalla resulta una gozada tremenda haga lo que haga. Sin embargo, es una película que desconcierta imagen tras imagen y que incomoda a más de uno. La apuesta arriesgada, pero genuina que habla también sobre la religión, la dictadura, el rechazo y el antimilitarismo; la suma de estas partes da un relato surreal y estilizado acerca de una mujer cuya pasión la rebasó.

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