A principios de 2015, el número de personas que llegaban a la Unión Europea, pasando por el Mar Mediterráneo y provenientes de la parte sureste del continente, incrementaba de manera considerable y alarmante. Al fenómeno, al cual se le encontraron similitudes a migraciones masivas que iniciaron en el siglo XX, se le conoce como Crisis Migrante Europea. Muchos de estos viajeros han encontrado violentas resistencias de los países a los que han llegado y obligando a las autoridades a tomar cartas en el asunto. Desde imágenes tomadas de un buque de guerra italiano que rescata a personas desesperadas en el mar, pasando por campos donde los migrantes son explotados laboral y sexualmente por organizaciones criminales, el cineasta suizo Markus Imhoof, reflexiona sobre la dura situación de los migrantes en la actualidad, a la vez que reflexiona sobre una anécdota de su vida que lo dejaría profundamente marcado. Cuando era niño, en una Suiza neutral durante la Segunda Guerra Mundial, su familia rescato a una niña refugiada italiana, llamada Giovanna, quien se convertiría en una hermana mayor de Markus. Mantuvieron contacto por medio de cartas cuando ella fue obligada a regresar a Italia y luego le perdió la pista, hasta descubrir una tragedia, una que es similar a la que viven los migrantes en la actualidad.