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    Con el demonio adentro
    Críticas
    1,5
    Mala
    Con el demonio adentro

    Los horrores de la maternidad preocupan más de lo que asustan

    por Deidalí Gómez

    Hay numerosas películas de terror y misterio donde las mujeres embarazadas o parturientas son acechadas por entes malignos y nadie les cree pensando que todo es culpa de las hormonas. 'Con el demonio adentro' se suma, sin gran originalidad, a esta lista de mamás tildadas de locas.

    La película -también conocida como Siembamba- comienza de manera abrupta narrando los abusos sexuales cometidos por soldados contra las mujeres de un pequeño pueblo llamado Eden Rock, por lo cual varios religiosos toman la medida de asesinar a los infantes producto de violaciones, argumentando que el mal 'estaba dentro de los niños'. Tras un salto en el tiempo, vemos que en el mismo lugar, la maldición a las mujeres continúa y conocemos la historia de Chloe (interpretada por la atractiva Reine Swart), una veinteañera de nuestro tiempo que acaba de dar a luz al pequeño Liam y que aparentemente padece una severa depresión posparto; aunque también podría ser víctima de un espíritu femenino malévolo. Chloe, será orientada por su madre (Thandi Puren) en el cuidado del bebé, y a través de flashbacks, descubriremos los motivos de la relación tensa entre ambas, así como la identidad del padre de Liam. 

       

    La cinematografía de la película resulta impecable en escenarios como el bosque y el interior de la casa de las protagonistas, pero las motivaciones de los personajes resultan poco convincentes. Ruby, la madre, Adam (Deànré Reiners) el interés amoroso de Chloe y el psiquiatra Timothy Reed (Brandon Auret), actúan de manera voluble, rígida y melodramática. Susurran o gritan, pero jamás hablan con naturalidad. Un ejemplo de las incongruencias en los personajes, es cuando el Dr. Reed receta somníferos a Chloe, y tiene que ser ella -la chica loca y autodestructiva que aparentemente ha intentado dañar a su hijo-, quien debe recordarle que 'no puede ingerir medicamentos por estar en etapa lactante'. Otro más es la mamá hostil, que después se torna inexplicablemente amorosa.

    Con el demonio adentro, fue dirigida por el productor y guionista sudafricano Darrell Roodt, quien ha transitado entre géneros cinematográficos desde la década de los ochenta, sin importar si se trata de musicales situados en el Apartheid (Sarafina!), de inspiradores dramas sobre el SIDA (Yesterday) o de thrillers con Ice Cube como protagonista (Tierra de odios), con los cuales podemos asegurar que Roodt ha realizado mejores trabajos que el presente. Esta película promocionada como "de terror", no consigue asustarnos con los efectos sobrenaturales a pesar de estar bien ejecutados y no abusar de los jumpscares. Su verdadero horror, se siente cuando se habla de la maternidad forzada producto de una violación, un serio asunto que es lanzado como una bomba que no aterriza jamás a pesar de haber sido escrito por una mujer, como es la guionista Tarryn-Tanille Prinsloo.

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