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    Amante fiel
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Amante fiel

    El amor y sus diferentes caras

    por Tamara Cuevas

    Aunque se esté de acuerdo o no, el hombre a lo largo de su evolución ha establecido o destruido paradigmas que le permiten concebir la realidad de una manera en la que pueda diferenciar el bien del mal. En cuanto a las relaciones afectivas e interpersonales, éstas también han evolucionado, pues incluso el concepto de familia se ha ido adaptando conforme los cambios del contexto social y cultural. Y aunque cada cabeza es un mundo, hay dos conceptos - entre muchos otros - que pueden arruinar una relación: infidelidad y deslealtad

    En Amante fiel, el segundo crédito como director para Louis Garrel, pareciera que las reglas establecidas por la sociedad han sido eliminadas para los tres personajes protagonistas que forman un triángulo amoroso: Abel (Louis Garrel), Eve (Lily Rose Depp) y Marianne (Laetitia Casta). Durante los primeros minutos de la cinta entramos de lleno al conflicto: Marianne le informa a Abel que debe mudarse pues está embarazada de Paul, uno de los mejores amigos de Abel. 

    Abel saca sus cosas del departamento sin muchas explicaciones ni reproches. Así pasan ocho años para el chico, durante los que se convierte en periodista para una cadena de televisión. De pronto, la vida trae de vuelta a Marianne cuando Paul muere y, entonces, Abel –sin prestar atención al luto– decide reconquistar a su ex novia. Ocho años atrás podría haber sido fácil, pero ahora hay una persona más en el cuadro: Joseph, el pequeño hijo de Marianne, quien asegura que alguien asesinó a su padre. Durante el proceso de reconquista, Abel deberá ganarse la confianza del niño, que acostumbra dejar un celular bajo el colchón de su madre para saber qué hace por las noches.

    En Amante fiel los personajes rara vez hablan de sus sentimientos, dejando que el espectador descifre qué es lo que en realidad siente cada uno. Lo más cercano a una explicación son los monólogos en voz en off de Abel, Marianne e Eve, ésta última una integrante más del triángulo amoroso. Eve es una chica de veintitantos años, hermana del difunto Paul, que siempre estuvo enamorada de Abel aunque le llevará más de 10 años.

    Marianne está consciente del riesgo que significa Eve en su relación, pues la chica es más que atractiva y 10 años menor que ella, por supuesto. Antes de que todo termine en drama, Marianne alienta a Abel a experimentar una relación con Eve. Las reacciones de estos tres personajes se alejan diametralmente de la manera en que, probablemente, una pareja promedio le haría frente a sus problemas. Y aunque Abel está un poco confundido por lo que estas dos mujeres intentan conseguir de él, no se opone a la recomendación de Marianne. Son estos giros repentinos de la trama donde yace la magia de Amante fiel, una película que muestra las diferentes caras del amor y, sobre todo, que ninguna persona lo vive de la misma manera.

    Louis Garrel huye de las salidas fáciles para la conclusión de un problema y, sobre todo, utiliza el humor para alejarse de secuencias dramáticas y empalagosas para hacer presente un sentimiento de romance entre Marianne y Abel. La atmósfera que Garrel construye durante una hora y media de película desemboca en la excelente –¿y extraña?– escena final en un panteón. Amante fiel estrena el 16 de agosto en México. 

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