Karl Holmqvist es un artista y poeta sueco que vive en Berlín. Como toda las personas, sus diás están llenos de acciones cotidianas y que aparentemente no tienen la menor trascendencia. Pero también están llenos de momentos de inspiración poética. Karl encuentra esto en actos como mojar los pies en el lago o regar sus propias plantas.
Como el título de la película lo indica, y con un toque surrealista, el filme sigue las actividades de Holmqvist desde que se levanta por la mañana hasta la hora en que se va a acostar en la noche.
El director Rirkrit Taravanija pretende, con este retrato cotidiano de Karl, celebrar la vida y la existencia por igual. El día perfecto de Karl repite la estructura del anterior filme de Taravanija, Lung Neaw Visits His Neighbours, donde el director seguía a un campesino durante sus actividades por todo un día.