La cuenca del río Okavango, en África, que cubre 125 mil millas entre Angola, Botswana y Namibia, alberga la mayor población restante de elefantes africanos, además de importantes poblaciones de leones, guepardos, perros salvajes y cientos de especies de aves. También se trata de una fuente vital de agua para más de 1 millón de personas, que en la actualidad se encuentra en grave peligro por la actividad humana. En 2015, el biólogo Steve Boyes reunió a un equipo extraordinario para embarcarse en un proyecto, de cuatro años de duración, que permitiría estudiar este vasto y diverso ecosistema y así determinar la mejor manera de proteger al delta para las generaciones venideras. En el documental Into the Okavango, el cineasta Neil Gelinas acompaña a este equipo, desde su formación donde plantean sus preocupaciones y estrategias, hasta el viaje por rincones inexplorados y peligrosos con tal de salvaguardar la vida silvestre de la zona.