La cinta se filmó en locaciones de Berlín y la Ciudad de México.
La directora menciona que la historia de la cinta se enfoca en la condescendencia que tiene Europa con las regiones pobres de Latinoamérica y la forma en que los latinos se sienten incómodos con la imagen que se ven obligados a vender. En sus palabras: “Hay algunos estereotipos sobre los que significa ser latinoamericano y que esa es la mirada que Europa compra, que confirmamos y es ese mismo cine es el que se premia, porque si tienes otra perspectiva son imágenes que no quieren ver y justamente mi personaje se siente enajenado en este éxito, porque oculta su verdadera identidad.”
El protagonista de El actor principal, Kristyan Ferrer, aseguró que la película habla sobre las malas prácticas de castear no-actores para, después del estreno de una película, abandonarlos.