Mi cuenta
    La vieja guardia
    Críticas
    3,5
    Buena
    La vieja guardia

    Salvando al mundo a la vieja escuela

    por Cristina Ibañez

    El deseo de la inmortalidad siempre ha acompañado al ser humano desde el inicio de la vida racional, pero la mitología nos ha mostrado que realmente nadie está preparado para vencer a la muerte. En La vieja guardia, Andrómeda (Charlize Theron) es una guerrera milenaria que pasa sus días atormentada por la eternidad, pues durante siglos ha sido testigo de las peores masacres en la historia. Andy, como la llaman sus amigos, sabe que vivir para siempre no cómo muchos imaginan, mucho menos en una época en donde la tecnología se ha convertido en el peor enemigo.

    Después de tomarse un año sabático –lo equivalente a un día feriado para alguien inmortal– Andrómeda se reune en Marruecos con sus amigos de toda la vida, Booker (Matthias Schoenaerts), Joe (Marwan Kenzari) y Nicky (Luca Marinelli), quienes también poseen el don de la inmortalidad. Juntos realizarán una nueva misión como pistoleros de alquiler misma que se convertierte en el final de su vida de bajo perfil. El secreto de estos mercenarios queda capturado en video y temen ser expuestos.

    La regeneración es algo que hemos visto en películas de superhéroes como Deadpool o Wolverine, pero aunque esta producción original de Netflix también está basada en un cómic, la trama se inclina más hacia el drama y la acción. Esta adaptación de la novela gráfica homónina de Greg Rucka, más allá de seguir las aventuras de un irreverente mutante, retrata los estragos de la eternidad a través de saltos al pasado. Esos nudos en la trama también nos situarán en un ambiente de melancolía en donde los asesinos no quieren ser asesinos pero no encuentran otra opción que lo impida. 

    La narrativa intenta retratar una crítica hacia la fácil exposición que todos, mortales e inmortales, tenemos en estos tiempos invadidos por la tecnología, al mismo tiempo que quiere señalar los terribles alcances de la industria farmaceútica. Lamentablemente, entre enredos amorosos, dramas familiares y secuencias de acción, no se logra profundizar en ninguno de los temas que propone.

    Aunque la atmósfera es semejante a producciones de acción como Los indestructibles, la regeneración otorga tintes de fantasía que, aunque no superan las escenas de Jason Statham pateando traseros, sí nos situan en un entretenido escenario que fusiona el género de superhéroes con cualquier película de rudos mercenarios vestidos con chamarras de cuero. Claro, este balance no se hubiera logrado de no haber sido por unos respetables efectos visuales.

    Queda claro que la intención de la directora, Gina Prince-Bythewood (The Secret Life of Bees), es humanizar a los personajes, pues cada que alguien es acribillado o apuñalado, no es tan fácil regresar de la muerte como lo es para Vin Diesel en Bloodshot. Pero detrás de cada explosión o herida de bala está Sara Bennet, supervisora de efectos especiales y ganadora del Oscar por Ex Machina, quien es la mente maestra detrás de cada secuencia en donde pareciera que estamos viendo el proceso de cicatrización del cuerpo humano en cámara rápida.

    Cabe destacar que para que esta heroína destaque, no es necesario sexualizarla como a Black Widow (Scarlet Johansson) en Iron Man 2Michelle Pfeiffer en Batman regresa. Aunque la belleza de Charlize Theron brilla con luz propia, no es necesario verla peleando en un atuendo entallado para que se le perciba poderosa o digna de admirarse. Me atrevo a decir que este factor es consecuencia del equipo detrás de cámara conformado, en su mayoría, por mujeres.

    Aunque hay algunos nudos en la trama que se manejaron con bastante torpeza, La vieja guardia cuenta con ritmos de acción sólidos y efectos especiales interesantes, convirtiéndose en la opción perfecta para el verano y para esta prolongada cuarentena en donde todos nos hemos refugiado en los contenidos de Netflix. 

     

    Comentarios

    Back to Top