Charles Ferguson reabre el caso de Watergate, desde el robo de 1972 hasta la renuncia de Nixon en 1974 y más allá, dándole una nueva y arriesgada perspectiva. El cineasta crea una historia de suspenso político de la vida real construido a partir de imágenes de archivo, entrevistas a miembros sobrevivientes de la Casa Blanca de Nixon, entre ellos Pat Buchanan y John Dean; a reporteros como Lesley Stahl, Dan Rather y, por supuesto, a Bob Woodward y Carl Bernstein. Asimismo habla con los fiscales especiales Richard Ben-Veniste y Jill Wine-Banks, con el Comité Senatorial de Watergate, con miembros del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, que debatieron el juicio político de Nixon, y con comentaristas modernos e historiadores. En Watergate, Ferguson cumple la difícil e inmediata tarea de establecer paralelos extremadamente inquietantes basados en hechos con otra presidencia y una investigación criminal, todavía en curso.