Forma parte de las cintas elegidas en el GFFF (Gabriel Figueroa Film Fund) en su categoría de Cine en Desarrollo.
Aunque inspirada en la vida del tlatoani (monarca) Nezahualcóyotl, el director decidió llevarlo a la época actual, en los barrios del municipio conocido, justamente, como Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
Para el director, contar la historia del personaje era un reto y un deseo. En sus palabras: “Es un personaje renacentista precolombino, un rey poeta. El diseñó los canales de Tenochtitlan y los jardines de Chapultepec. Fue poeta, militar, ingeniero y agricultor de alguna manera. Para resumirlo fue como el Leonardo da Vinci de los aztecas. Quiero apropiarme de la biografía de Nezahualcóyotl y trasladarla al presente, que cada reino azteca sea un grupo sonidero que tocan en los mercados, que tocan las cumbias rasposas y quiero que el personaje sea poeta escribiendo graffitis y hablando de su poesía cuando hace música”.