Durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, un grupo de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa fue perseguido por supuestas autoridades estatales. El autobús en el que viajaban fue baleado, los estudiantes forzados a bajar, algunos fueron detenidos y otros se dispersaron hacia diversas zonas de la ciudad de Iguala, en Guerrero, escapando de un probable destino fatal. Del grupo, seis estudiantes murieron, uno permaneció hospitalizado en estado vegetativo y 43 desaparecieron. El comando agresor fue identificado como miembros de la policía local, actuando bajo la supervisión directa de agentes estatales y del propio Ejército mexicano. Mirar morir: El ejército en la noche de Iguala, narra el paso de los días, en donde fue evidente que la investigación estaba más enfocada en encubrir la participación de los niveles superiores del municipio y la protección de los militares involucrados, los cuales son identificados como los represores políticos y la desaparición forzada de ciudadanos, a la vez que protegen al crimen organizado.