En junio de 2009 se suscitaba una tragedia que marcaría, para siempre, a la sociedad mexicana. Una de las guarderías subrogadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social en Hermosillo, Sonora, la Guardería ABC, operaba con normalidad, recibiendo a los niños de las familias aseguradas por dicha institución estatal. Sin embargo, un incendio descontrolado en una bodega contigua a la guardería, de propiedad gubernamental también, provocaría que la escuela se incendiara y, carente de los mínimos requerimientos de seguridad como detectores de humo, extinguidores o salidas de emergencia, causaría la muerte de 49 niños y dejo heridos a otros 106, niños de entre cinco meses y cinco años de edad. La tragedia de las familias fue mayor cuando el gobierno se dedicaba a proteger a los dueños de la guardería, entre los que destacaban una familiar de la primera dama en turno, Margarita Zavala. Los acusados como responsables fueron exonerados poco tiempo después, pero debido a la indignación de la sociedad y el clamo furioso de justicia, serían condenados 19 de 22 inculpados, en un caso que ha dejado duda sobre la corrupción y la indiferencia del gobierno del presidente Felipe Calderón.