En Macedonia se encuentra una de las últimas, sino es que la última, cuidadora de abejas del mundo. Alejada de la mayoría de los habitantes, Hatidze, sigue una peculiar y noble filosofía en cuanto al arte de la apicultura: "la mitad para ellas, la mitad para mí". Los directores del documental, Tamara Kotevska y Ljubo Stefanov, tenían como único objetivo narrar y mostrar un día en la vida de Hatidze, pero como obra de una serendipia, al mismo tiempo que grababan el documental una agrupación de personas llegaron a instalarse junto a la cuidadora de abejas, poniendo su vida de cabeza. A diferencia de Hatidze, los vecinos no muestran ninguna clase de respeto por la naturaleza, lo que provoca constantes choques entre ellos y la cuidadora de abejas. Honeyland se ha coronado como la producción que más premios obtuvo en el pasado Sundance Film Festival, y llegó a territorio mexicano en el marco del Festival Internacional de Cine de Tulum.
Una joya documental
por Iván Romero