Misión: Imposible - La sentencia final: ¿Un adiós digno para Ethan Hunt?
por Raul GodínezHan pasado casi 30 años desde que vimos por primera vez a Tom Cruise como Ethan Hunt, agente de la Fuerza de Misiones Imposibles, en la primera Misión: Imposible. Tras ocho filmes -con directores de la talla de Brian De Palma, J.J. Abrams y John Woo-, a la par de grandes estrellas como Henry Cavill, Aaron Paul, Maggie Q, Jeremy Renner, Rebecca Ferguson y Alec Baldwin; la franquicia sin duda se ha consolidado como una de las más exitosas de la industria cinematográfica.
Luego de tomar un par de vuelos partiendo de la Ciudad de México hasta llegar a las costas francesas donde se realiza el Festival de Cannes 2025, y después de casi tres horas de metraje, puedo decirlo con certeza: Misión: Imposible - La sentencia final marca un punto final (o al menos una pausa significativa) para la saga encabezada por Cruise. La gran pregunta es: ¿Valió la pena esperar tanto para este desenlace?
Como seguidor declarado de la franquicia -y probablemente su defensor más entusiasta entre mis amigos y colegas-, puedo decir que esta película se siente como una carta de amor a todo lo que vino antes. A todos esos años en los que Ethan Hunt nos ha llevado con él a misiones llenas de adrenalina y acción, que han sido un factor emblemático incluso en la vida del propio Tom Cruise.
Desde los primeros minutos, el filme está cargado de guiños al pasado: cameos inesperados, montajes que homenajean las entregas anteriores y personajes que encuentran un cierre después de más de 30 años en pantalla. Para los seguidores de siempre, es un festín emocional y una montaña rusa de sentimientos que les dejará un buen sabor de boca.
Sin embargo, ese mismo énfasis en lo nostálgico hace que la historia principal tarde en arrancar, lo cual puede disminuir un poco la emoción inicial. El guion dedica tiempo considerable a explicar el contexto, reubicar a los personajes y preparar el terreno para el final, lo que por momentos puede sentirse un tanto denso.
Hay escenas de sobreexposición que, si bien ayudan a cerrar ciclos, también interrumpen el ritmo narrativo. Pero justo cuando uno podría empezar a impacientarse, Cruise y el director Christopher McQuarrie, nos recuerdan por qué esta saga es sinónimo de adrenalina.
Las secuencias de acción son espectaculares: peleas perfectamente coreografiadas, persecuciones imposibles y acrobacias que desafían toda lógica. Debo hacer una mención especial al tercer acto, que podría considerarse uno de los más emocionantes de toda la franquicia: es tenso, vibrante y deja esa clásica sensación de: "¿Cómo diablos saldrá Ethan de esta?".
Si algo vuelve a fallar en Misión: Imposible - La sentencia final, como ya ocurrió en la primera parte de esta entrega, es la falta de un antagonista realmente memorable. La amenaza creada por Gabriel, interpretado por Esai Morales, es más conceptual que personal, lo que le resta peso emocional al conflicto central. Aun así, Sentencia Final no se desploma: mantiene el interés y consigue un cierre que, si bien no es perfecto, sí podría considerarse merecido.
Cabe mencionar que Misión: Imposible - La sentencia final no es solo el final de una larga historia de espías que nos ha acompañado con el paso del tiempo, sino la culminación de un estilo de cine de acción que Tom Cruise ha defendido con el cuerpo -literalmente- durante casi tres décadas. Puede que no estemos listos para decirle adiós a Ethan Hunt… pero tal vez darle un respiro no suene tan mal. Al menos por ahora.