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    Soles Negros
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    Soles Negros

    México: un país de terror, tortura e impunidad

    por Tamara Cuevas

    Andrés Manuel López Obrador, presidente de México desde hace casi un año, aseguró en alguna de sus conferencias que “el pueblo está feliz […] sostengo que el pueblo está feliz, feliz, feliz. Y me voy a apoyar en una encuesta que hizo el Inegi recientemente, en donde la gente manifestó que está feliz, que está contenta. Esa es mi fuente”, según el portal web de Animal Político. Bueno, si el presidente cree que la población está feliz, entonces debería ver Soles Negros.

    El documental testimonial, dirigido por Julien Elie, es un abanico de la tragedia y la violencia que impera en México. Soles Negros comienza presentando el caso de los feminicidios en Ciudad Juárez. En el 93 se notó una ligera alza en los asesinatos de mujeres, pero en ese entonces la cifra aún podía contarse con una mano. Para el 94 y el nuevo milenio el paisaje cambió por completo: la cifra escaló hasta los miles y, además, el modus operandi de la violencia en la Ciudad Juárez se trasladó a Ecatepec.

    Desde el principio del documental una cosa se deja clara, la impunidad es la que ha permitido que la violencia en México escaleSoles negros es un mapa cartográfico que nos traslada a varios puntos de la República Mexicana, retomando y ahondando en casos que han dado la vuelta al mundo (como el caso Ayotzinapa) y otros tantos que no alcanzan a llegar a los medios. Julien Elie le pone una cara al dolor, le da nombre a las víctimas y no se enfoca en hablar solamente del presente, sino que se toma su tiempo para hablarnos del contexto en el que ha vivido México desde los años 60 y los 70; la semilla revolucionaria incomodaba a los gobernantes y tenía que ser eliminada a como diera lugar.

    La impunidad es el hilo que entreteje los seis capítulos que conforman Soles Negros. No importa que sean feminicidios, desapariciones forzadas, fosas comunes o los ataques a la libertad de expresión, la característica mexicana de hacer como que “no pasa nada” es lo que se repite en cada historia.

    Soles Negros

    En términos de investigación, Soles Negros presenta fuentes confiables que van desde respetados periodistas, como Marcela Turati, hasta víctimas indirectas de la crisis de derechos humanos: madres, padres y hermanos que buscan desesperadamente a sus familiares. El documental dura 2 horas y media, algo inusual y perjudicial, pues retrata la verdad de una manera tan honesta que incomoda, tan transparente que causa ansiedad pero, sobre todo, una profunda tristeza.

    Sin importar lo traumatizante de los temas que retrata, Soles negros es un documental que nos debemos forzar a ver para ser conscientes de lo que pasa en nuestras propias narices, para que el comentario no sea "hay mejores maneras de manifestarse", cuando las marchas feministas rayen el Ángel de la Independencia con el fin de exigir un alto a los feminicidios, para empatizar con las madres que han perdido a sus hijas y, sobre todo, para que cuando un presidente quiera venir a decirnos que sus "datos" indican que está gobernando un pueblo feliz, lo cuestionemos hasta el cansancio y, posteriormente, lo mandemos a ver Soles negros.  

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